Nuestro objetivo como terapeutas es que el niño, la niña, el adolescente, la adolescente, se vaya realizando como persona, que vaya desarrollando sus potencialidades y sus propios valores.
Es importante comprender y empatizar con los pacientes y con el mundo que le rodea, aunque nos parezca un mundo caótico.
No somos ordenadores del mundo externo, solamente mediadores para que su energía, sus emociones y sus pensamientos, junto con sus acciones, se puedan integrar y ayudarle a llevar una vida como él o ella quiere y que pueda buscar los recursos e instrumentos necesarios para conseguirlo.
En la intervención con niñas y adolescentes, es preciso tener en cuenta a sus familias, que son quienes, en última instancia, deciden que el menor vaya o deje de ir a terapia. Desde una perspectiva sistémica la mejor intervención es aquella que se realiza teniendo en cuenta todo el sistema familiar.
La familia es el principal sostén donde se apoya el niño y trabajando la relación con ella será nuestra mejor herramienta y donde encontraremos la mejor colaboración para el tratamiento de su hija.
La intervención con los padres es mayor cuanto menor es la edad del paciente; realizándose sesiones con ellos con el fin de que disminuya su angustia y adquieran diferentes pautas de intervención con sus hijos que ayuden a superar la situación de crisis.
ARTÍCULOS
/ INFANCIA HERIDA / CELOS Y RIVALIDAD / EL JUEGO DE 0 A 3 AÑOS / NORMAS Y LÍMITES EN LA INFANCIA